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marzo 07, 2011

Fotógrafo: Gastón Moreno para DavisCup.com
Aprendimos la lección?
Una vez mas Colombia fue víctima del héroe de la jornada, 
esta vez fue Pablo Cuevas quien se echó al hombro el equipo de Uruguay
y “sin tanto tenis pero con una actitud increíble” 
derrotó al equipo colombiano de Copa Davis.

La estrategia vs la especulación

Farah y Cabal
(Foto: FueBuena.com.ar)
El viernes la serie había quedado igualada entre Colombia y Uruguay con una derrota de Falla ante Pablo Cuevas y un triunfo de Giraldo sobre Martin, el menor de los hermanos Cuevas.

Como siempre el punto del sábado de dobles suele ser uno de los más importantes en la Copa Davis, y ahí estuvo el punto de quiebre que definiría la serie. El sábado Pablo Cuevas y Marcel Felder vencieron a Robert Farah y Juan Sebastián Cabal por 1-6, 7-6(6), 1-6, 7-6(5) y 6-2 

En un partido cambiante, de altibajos en que los colombianos ganaban con holgura los sets y también perdían reñidamente en tie-break, ya en los puntos decisivos las presiones y las inseguridades hicieron mella y se erraron los puntos más importantes.

El domingo amanecía con la serie 2-1 en favor de Uruguay, Santiago Giraldo se enfrentaba a Pablo Cuevas y debía ganar el enfrentamiento para empatar la serie y esperar que Alejandro Falla hiciera lo suyo en el quinto punto definitivo, y todo empezaba a tener un sabor a Déjà vu.

La serie frente a Estados Unidos el año pasado tuvo exactamente los mimos resultados y el domingo la serie también estaba en manos de Giraldo. Y una vez más un solo jugador se encargó de ser el verdugo de Colombia y el héroe del equipo contrario.

En la serie contra USA caímos derrotados ante el tremendo despliegue físico de Mardy Fish, ganó los tres partidos que jugó los tres días. Este fin de semana Pablo Cuevas ganó todos los partidos que disputó, sin mucho tenis y con mucha actitud demostrando que confiar en el cansancio del mejor tenista del adversario, se resume a una simple especulación cuando la actitud y el espíritu de lucha valen mucho más que la superioridad en el ranking y lo que ilusuriamente se denomina ganable sobre el papel.

Quién aprendió la lección?


"Competí como las mejores veces, mi tenis no fue el mejor, pero estuve muy concentrado y muy tranquilo a la hora de jugar", fueron las declaraciones de Cuevas al finalizar el partido, y fue una tranquilidad que Colombia no tuvo previo al enfrentamiento y de la que tampoco dispuso en los partidos, bien sea por la presión del público ó porque mentalmente es un aspecto que los tenistas Colombianos aún deben trabajar.

Psblo Cuevas fue el héroe de la jornada
La sorpresa y el bacatazo son innegables, no se esperaba que Cuevas respondiera de la forma que lo hizo a la responsabilidad de cargar con todo el equipo Uruguayo sobre sus hombros. Y el error de los colombianos fue ese mismo, no esperarlo y subestimar al oponente, especular y ganar el partido sin haberlo jugado.
Aún con el antecedente del papel de héroe que Fish desempeño venciendo a Colombia, dejamos que nuestro exceso de confianza nos cegara y que Uruguay nos sorprendiera.


Nos demostraron que ningún enemigo es pequeño, que para ganar los partidos el único trabajo válido es el que se realiza en la cancha, y que todos los factores extra-teísticos le restan mérito y valor al esfuerzo que realizaron los tenistas colombianos.

Si bien el capitán no fue el único responsable una lección si queda el menos en el aire, y es que un Capitán en que los jugadores confíen es un rol que cualquier entrenador y profesor puede representar, pero uno en el que los tenistas crean y acaten no puede ser siempre alguien de su círculo de amistades. Para ello hay que dejar los pequeños egos personales y aceptar el conocimiento y autoridad de los demás.

Trabajar en equipo requiere también disciplina y obediencia, y esa convicción en el criterio del capitán, de la experiencia sobre la confidencia, es una manifestación de humildad que lamentablmente no se vio en los jugadores Colombianos cuando impusieron sus exigencias para el capitán de Copa Davis.

Representar al país en la Copa Davis, es un honor y un privilegio, pero por sobre todo es una RESPONSABILIDAD que debe ser asumida con respeto ante cualquiera que sea el capitán que convoque los tenistas al equipo.
El mal ambiente y los problemas con los dirigentes que realmente no llevan a nada, lo único que dejó en evidencia es la falta de unanimidad en la copa Davis, de los jugadores, las directivas y todos los que se involucran en la actividad del tenis nacional, es decir, los patrocinadores, es decir, Colsánitas.

Foto de damianentrevista.blogspot.com
Entre colombianos si pudiéramos dejar ese nocivo fanatismo de la actitud exitista, podríamos reconocer que las derrotas no es lo que decepciona como si las actitudes. Y que las actitudes y los conflictos extra tenísticos si distraen y la distracción desgasta.

Por ello la crítica destructiva y nuestra falta de apoyo no ayudan, ni ayudarán.

Al final toda esa conducta negativa es una forma de desahogar la frustración, pero de eso tampoco quedará nada y si en verdad se espera que con ello los tenistas colombianos vayan a jugar mejor, en verdad pueden esperar sentados.

El Deja vu, nos deja ahora ante una realidad diferente, el año pasado ante USA estuvimos a punto de ascender al Grupo Mundial, ahora la derrota ante Uruguay dejo nuestra permanencia en el Grupo I de la Zona Americana pendiendo de un hilo, el balance no es el mejor. Pero ahora mismo solo nos queda recoger los pedazos y seguir adelante, solo de esa forma aprenderemos las lecciones y superaremos el drama alrededor de la Copa Davis para que final feliz por fin le toque a Colombia.

Felicitaciones a Uruguay.

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