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marzo 07, 2011


Foto de ustedes.net
 Los impases tenísticos y extra-tenísticos que
tuvieron lugar en la confrontación de Copa Davis entre Colombia y Uruguay,
nos ayudan a entender porque perdimos esta serie que
todos creíamos ganada sin haber jugado.

En la ciudad de Montevideo Colombia enfrentó a Uruguay por la serie de Copa Davis, mientras los uruguayos dieron el batacazo y ganaron 4-1, la clasificación de Colombia por el grupo mundial quedo pendiendo de un hilo.
Pero porqué perdimos? Muchos aspectos, aparte de los tenísticos, entraron en juego y todo ellos son necesarios para evitar hacer leña del árbol caído, pero sobretodo evitar que se repita la decepción de este fin de semana y que superemos la novela y el drama que envuelve la Copa Davis.

El desgaste y el ambiente previo

Extra-tenísticamente, el equipo Colombiano vivía ya tensiones previas al encuentro con Uruguay debido a la elección del capitán de Copa Davis de Colombia, además de una sensación de suficiencia (ó sobradez en términos colombianos) por parte de los jugadores y  también por parte de nosotros, los Colombianos en general.

En ese pulso entre el Equipo Colsánitas y los jugadores con la Federación Colombiana de Tenis, resaltaron frases como “si no jugamos va a ser culpa de la Federación Colombiana de Tenis y de su excesiva terquedad, de que el equipo titular no juegue. Muy seguramente saldrá derrotado, y se pierda un año más de este importante proyecto que es para nosotros la Copa Davis”, en una carta de Giraldo la Federación de Tenis, el 20 de Febrero.

Alejandro Falla y el nuevo capitán, Pablo González
Así los jugadores (Giraldo, Falla, Cabal, Farah, Salamanca) afirmaban que no solo eran INDISPENSABLES sino que además eran la única forma de obtener éxito en la confrontación con Uruguay. Por ello la Federación cedió y se eligió un punto intermedio entre sus requisitos para ser Capitán de Copa Davis y las exigencias de los jugadores y el Equipo Colsánitas: un capitán poca experiencia tanto como jugador de tenis, como de Copa Davis y recién iniciando su carrera como entrenador, Pablo González.

Por otro lado la superioridad en el ranking y la variedad de jugadores que Colombia poseía ante Uruguay, hacía prever que Colombia ya disponía de cierta ventaja (Giraldo #44, Falla #103, Farah #182, Cabal #184 vs Pablo Cuevas #66, Martin Cuevas #694, Marcel Felder #366).

A pesar de que entre los Uruguayos se encontraba Pablo Cuevas quien además de haber sido campeón de Roland Garros en dobles, había sido #14 del escalafón mundial. Por ser el mejor jugador de Uruguay y el más experimentado, Cuevas jugaba el partido de dobles además de sus 2 partidos de singles, disputando así 3 partidos en 3 días.

El amigo y la autoridad

Foto: Federacion Colombiana Tenis
Existe una discusión que persiste en todos los capitanes de Copa Davis, el debate entre la autoridad y el amigo es el mismo al decidirse entre un entrenador y un capitán. Pero si hay algo innegable es el hecho que el capitán de la Davis no es, ni ha sido nunca, un entrenador de alguno de los jugadores convocados, porqué? Porque hay otros 3-4 jugadores convocados que NO serían pupilos del entrenador! De modo que la confianza que en estos casos muchas veces los jugadores alegan, no puede llegar a ser la misma entre todos los miembros del equipo de Copa Davis.

Hay también un factor fuera de la imparcialidad, necesaria en un capitán, y es la presión del público de Copa Davis. El público hace parte del deporte y la presión hace parte del tenis, pero normalmente en un torneo cualquiera, los asistentes no celebran los puntos que erra un jugador, ni el alientan a los jugadores con la pasión nacionalista que implica un enfrentamiento entre países; sin embargo en la Copa Davis TODO es diferente.

Es la razón por la cual el temple mental es indispensable para superar estas situaciones tanto de local como de visitante y la actitud condescendiente del amigo y la persona de confianza no es suficiente para encarar la presión.
Este fin de semana en Montevideo el ruido por parte del público Uruguayo fue enorme y la presión demasiada para los jugadores Colombianos.

Pienso en todas las veces en que en medio de los partidos de la serie contra Uruguay, Falla y Giraldo miraron al Capitán Pablo González, impotentes y molestos, gritando y discutiendo los puntos, en Farah y Cabal en el partido de dobles, desanimados en una situación frustrante y un estado mental del que ya nadie pudo sacarles después, especialmente González.

Entérate mas de la novela de la Copa Davis Colombia vs Uruguay


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