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enero 29, 2012


Photo: Getty Images
La final masculina del Autralian Open dejó sin aliento tanto al público,
como a sus protagonistas: Novak Djokovic y Rafael Nadal,
batallaron casi 6 horas en una auténtica guerra de titanes!

Se establece una nueva rivalidad, Djokovic y Nadal son los mejores tenistas del momento y cada enfrentamiento se convierte en un clásico, por ser partidos muy igualados, pero además en esta ocasión marcaron un récord:
Con 5 horas y 53 minutos se convierte en la final de Grand Slam más larga en la historia de la era abierta. 

Los jugadores no pudieron mantenerse en pie durante los actos de premiación.

Marca que hasta entonces ostentaban Mats Wilander e Ivan Lendl en la final del US Open de 1988, que duró 4 horas, 54 minutos. Y no muy lejos, le sigue en tercer lugar el que se considera uno de los mejores partidos de la historia: con Rafa nuevamente como protagonista, fue ante Roger Federer en la final de Wimbledon 2008 con 4 horas 48 minutos.

Nadal sin dudas un hombre de aguante y un jugador de físico privilegiado, y esta final de Australia las estadísticas le favorecen en varios rubros, superó a Djokovic en el primer servicio y en los puntos convertidos con el mismo, salvó el 65% de los break points en contra. 

Con un partido tan extenso y tan igualado la ventaja estuvo en un aspecto que se ha vuelto la fortaleza del serbio: su devolución. Allí fue donde la paciencia del serbio su agilidad y elasticidad hicieron la diferencia, 47 ganados puntos a 31 con el primer servicio de Rafa, 36 a 25 con el segundo, suman un porcentaje de 41% a 34%, todo lo cual llevó a Nole a disponer de 20 oportunidades de quiebre ante el español.

Ya hacia los momentos decisivos de la final, la potencia característica de Nadal le jugó en contra debido al cansancio y las horas acumuladas en cancha durante el torneo, fue lo primero que abandonó al español y le restó precisión en los momentos de mayor presión. Si bien se decidió por muy poco al ganador, fue agilidad de Djokovic que lograron mantenerse de mejor forma ante el calor y la pérdida de concentración de ambos jugadores.

Por 7ª ocasión consecutiva Rafa tuvo que
conformarse con el segundo lugar ante Nole
Con esta victoria, Nole se le acerca peligrosamente a Nadal y la balanza puede cambiar de inclinación. Desde el espectacular año 2011 en el que el serbio trepara de forma vertiginosa a lo más alto del ránking ATP, ha tenido que vencer a grandes oponentes, pero ha sido Rafa el tenista con el que más veces se ha encontrado en el camino.

Previo a Australia y al increíble 2011 de Nole, la serie de enfrentamientos con Rafa favorecían al español 15 a 11. Fue entonces cuando el serbio solidificó su camino a la cima con 6 victorias seguidas sobre el Nadal y todas ellas en finales. Incluyendo esta la extenuante batalla del abierto de Australia, suma ahora 7 y además deja igualada la balanza, con un total de 30 enfrentamientos, y 15 victorias para cada uno.

Así el serbio se convierte en un difícil rival para Rafa: no ha podido vencerle desde 2010, y pasó de estar 5-0 en las finales de los torneos a 5-7. Queda sin embargo aún una ventaja para Nadal, el español es sin dudas el rey de la arcilla de nuestra era y contra Djokovic no sería la excepción, liderando la serie de enfrentamientos en esta superficie 9 a 2.
Aunque en pistas rápidas la historia sea otra (11-5 para Nole), el balear aún puede marcar la diferencia en su lado fuerte y de hecho tendrá una buena oportunidad ya que defiende poco puntos para este año y será el serbio quien estará en la obligación de defender los puntos de Roma y Madrid.
Una final de película, y más extensa que cualquier largometraje, solo deja entrever que este año los ojos estarán puestos en los hombres del momento Djokovic y Nadal, el uno y el dos del mundo, buscarán inclinar la balanza la próxima vez que se crucen en otro duelo clásico.



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